Dacia
Región de la antigua Germania situada al norte del Danubio que se corresponde con los territorios actuales de Rumanía, Yugoslavia, Hungría, Checoslovaquia, Polonia y Ucrania, o tambien el territorio comprendido entre el Teiss, el Danubio, el Ponto Euxino, el Dniéster y los Cárpatos. La región fue conquistada por el Imperio romano tras las guerras dacias en la primera década del siglo II e incorporada al mismo como provincia romana. Se conoció como Dacia romana, Dacia Traiana o Dacia Félix. Sus habitantes fueron denominados getas por los griegos, mientras que el nombre latino era el de dacios. Se supone que provenían de los tracios. En el 87, el emperador Domiciano decidió enviar a su prefecto y jefe de la Guardia Pretoriana, llamado Cornelius Fuscus, a castigar y conquistar a los dacios con cuatro o cinco legiones (entre éstas la V Alavdae), las cuales cayeron en una emboscada y fueron vencidas en Tapae, cerca de la actual Bucova. En tal combate pereció el propio Fuscus. Fue tras esta victoria que Dirpanneus, transliterado como Dirpaneo, como hasta entonces le llamaban los romanos, trocó su nombre por el de Dekebal, cuyo significado sería: "fuerte como diez (hombres)". En el 88, Tettius Iulianus comandó otro ejército romano que fue nuevamente derrotado en la zona de Tapae. Casi al mismo tiempo, los germanos se rebelaron en la frontera del Renus (Rhin) y para frenarlos el Imperio romano debió distraer fuerzas desde la Moesia, fuerzas que estaban hasta ese momento encargadas de reprimir a los dacios. Ante tal coyuntura, los romanos se vieron forzados a comprar la paz a los dacios mediante el pago de importantes sumas de dinero en forma de tributo. Los romanos incluso debieron enviar ingenieros y arquitectos para embellecer y fortalecer la capital dacia en Sarmizegetusa (tratado del año 89). La situación humillante para los romanos duró hasta que el hispano Trajano accedió al titulo de emperador en el 98, quien inmediatamente dispuso una serie de muy bien concertadas campañas militares que llevaron al Imperio romano hasta alcanzar su máxima extensión geográfica. Diupanneo-Decébalo fue entonces derrotado por los romanos, quienes invadieron la Dacia luego de la tercera batalla de Tapae ocurrida en el 101. Sin embargo, los romanos habían impuesto un rey títere "cliente" para los dacios bajo "protectorado" romano. Tres años después Decébalo venció nuevamente a las tropas romanas establecidas en Dacia, con lo que los romanos se vieron obligados a enviar enormes refuerzos. Luego de un prolongado asedio a Sarmizegetusa y una larga guerra, los romanos conquistaron Dacia. Tras ser capturado y aprisionado por los soldados romanos, Diupanneo-Decébalo se vio obligado a suicidarse en el año 106. El emperador Trajano la convirtió en una provincia romana tras las victorias obtenidas en las campañas conocidas como Guerras Dacias, que tuvieron lugar en el periodo comprendido entre (101-102) y (105-107). De los 2 millones de dacios cerca de 500 mil fueron vendidos como esclavos. La ordenación territorial de la nueva provincia fue definida sólo en el 117 por el emperador Adriano. Renunciando a algunas franjas del territorio conquistado por su predecesor, Adriano dividió la zona en dos provincias: Dacia Inferior y Superior (más o menos correspondientes a las actuales Oltenia y Transilvania), de las que en el 159 se separó una tercera unidad administrativa en el norte, la Dacia Porolisense, pasando a llamarse las otras dos Dacia Apulensis y Dacia Malvensis, con un gobernador al frente, antes de reunificarse en el 168 en una provincia única bajo Marco Aurelio. Las subdivisiones se hacían en función de la eficiencia defensiva. Más bien contrario a la política expansionista de Trajano, Adriano se dio cuenta de los delicados problemas surgidos con la nueva adquisición territorial que, penetrando en el territorio bárbaro más allá del límite natural del Danubio, corría el riesgo de convertirse en una zona de tensión, más que en un refuerzo de las posiciones romanas en los Balcanes. Además, como consecuencia de su posición geográfica, la provincia seguía descentrada respecto de las arterias del tráfico del Imperio. La capital fue Sarmizegetusa, inicialmente llamada Colonia Ulpia Traiana Augusta Dacica, y fundada como colonia a 30 km al norte del oppidum dacio. Otras ciudades se desarrollaron gradualmente en torno a los emplazamientos militares: en la Dacia Superior, Apulum, Napoca, Potaissa, Porlissum, en la Dacia Inferior, Romula y Drubeta. Los principales recursos naturales de la provincia, abundantemente explotados por los romanos, fueron la sal y la minería, especialmente el oro, hasta el punto de que se dice que tras la anexión de la Dacia se procedió a una rebaja de impuestos en todo el Imperio. Debido a su propia situación geográfica y estratégica, así como a la importancia económica del territorio, la provincia de Dacia no quedó como una mera avanzada de frontera, sino que requirió una intensa colonización, que fue incentivada por el gobierno. Una fuente tardía habla de innumerables colonos llegados de todo el Imperio. De hecho, una rica documentación epigráfica confirma que la provincia tenía una población cosmopolita. El proceso de colonización duró 165 años. La destrucción de las ciudades dacias y la reconstrucción según el modelo urbanístico de la ciudad romana, así como la introducción del latín como lengua oficial, aceleraron el proceso de romanización y, posteriormente, de cristianización. En las ciudades, los veteranos de guerra licenciados de las legiones contribuyeron igualmente a la difusión de la cultura y civilización romanas. Con el proceso de las invasiones bárbaras a partir del siglo III, las tribus germánicas ejercieron presión sobre las provincias fronterizas del Imperio romano, a la vez que los recursos militares del Imperio empezaban a estar sobrecargados. De hecho, aunque el emperador Aureliano logró derrotar a los godos en la zona en el 271, tomó la decisión de abandonar la provincia, iniciando ese mismo año la evacuación del ejército romano y de la administración civil hacia la provincia de Moesia, evacuación completada en el 272; no obstante, camufló el hecho creando dos nuevas provincias de Dacia, al sur del Danubio, sobre territorios que formaban parte antes de las dos Mesias y de Tracia: la Dacia Ripensis y la Dacia Mediterranea. Ver, Aureliano, Fortalezas dacias.