Maatibre Acoris
o Akhoris o Acoris o Hakor o Achoris o Hacoris (siglo IV a.C.). Faraón del Período Persa, de las últimas dinastías indígenas, de la Dinastía XXIX (398-378), que reinó entre 391-379. Subió al trono tras los efímeros reinados de Mutis y Psamutis (392-391). Llamado Achoris por Manetón, sucesor de Psamutis, si bien, según la Crónica demótica, lo sería de Neferites I. En cualquier caso, de origen mendesiano, parece ser que no fue el heredero legítimo del trono, si no que aprovechando las luchas entre Mutis y Psamutis se hizo con el poder, iniciando su reinado sin más tras el de Neferites I. Una vez en el mismo, y con el nombre neswt bity de Khenemmaatre, su política estuvo encaminada a luchar contra los persas, para lo cual no dudó en continuar aliado a los griegos (Atenas), según sabemos por una cita de Aristófanes, e incluso con Evágoras de Chipre, al decir de Diodoro Sículo. Sin embargo, el persa Artajerjes II logró derrotar a la coalición greco-egipcia, mandada por Evágoras. Pero el estado de guerra acabó con la paz del Rey o de Antálcidas (386), firmada en Sardes, en la que Persia impuso la desunión de las ciudades griegas, así como sus derechos sobre la Jonia y sobre Chipre. Evágoras bloqueado en Salamina, acabó reconociéndose vasallo de Persia (380) y Acoris tuvo que continuar solo, aunque contando con numerosos mercenarios griegos, la guerra contra los persas. Artajerjes no pudo entrar en Egipto ya que los pisidios taponaron el avance en Asia Menor. El gobierno de Hakor fue beneficioso para el país, pudiéndose edificar algunos monumentos en diferentes lugares (Medinet Habu, Karnak, El-Kab, Tod) y reabrir dos canteras (Tura y Ma'sara). Se han encontrado bastantes restos de su actividad en la zona del Alto Egipto. Los monumentos fechados de su reinado consisten en unos cuantos papiros demóticos, diversos graffiti y algunas estelas. Una de las estatuillas de bronce, en posición genuflexa, se atesora en el Nelson-Atkins Museum de Kansas. Hakor fue sepultado en Mendes y aunque su tumba no ha sido hallada, sí se han recuperado dos ushebtis de su ajuar funerario. A su muerte, y en un clima de revueltas hostigadas por quien sería luego Nectánebo I, fue sucedido por Neferites II, que gobernó tan sólo cuatro meses.