CABEZO DE ALCALÁ

Conjunto arqueológico de la península Ibérica que comprende una acrópolis, varias edificaciones colindantes y una necrópolis celta. La acrópolis fue inicialmente poblada por celtas de la cultura de los campos de urnas hacia el siglo IX a.C.. Ocuparon la cima alargada de una colina en las cercanías del río Aguasvivas, que les proporcionaba una fácil defensa y una relativa cercanía al agua. La estratégica posición permitía controlar el valle de dicho río. También se ha conservado la necrópolis, un campo de urnas. La ciudad celta fue destruida durante las Guerras Púnicas, hacia el siglo III a.C.. Fue reconstruida por indígenas iberos, probablemente sedetanos. La ciudad se extendía más allá de la acrópolis conservada, con un barrio comercial y casas de agricultores. En total se calcula una población aproximada de unos 3000 habitantes. La población se fue romanizando paulatinamente, aunque manteniendo su carácter nativo. La destrucción de esta segunda población se produjo en las Guerras Sertorianas. En el año 76 ó 75 a.C. las tropas de Pompeyo pusieron sitio a la ciudad, partidaria de Sertorio. Para poder entrar en el recinto amurallado, construyeron una rampa (agger) con los materiales de las casas de los barrios externos y argamasa (caementicium). La rampa les permitió atravesar el foso y las murallas, con lo que consiguieron entrar destruyendo todo a su paso. La ciudad no volvió a reconstruirse. No se conoce el nombre antiguo de la misma aunque algunos de los investigadores han propuesto que se trata de Sedeisken, la capital de los sedetanos, y otros sitúan aquí la ceca de Belikiom. Se encontró gran cantidad de cerámica ibera pintada en el cerro, con influencia helénica en la pintura. La entrada a la acrópolis se realiza a través de un pequeño puente que atraviesa el foso de la segunda muralla. Actualmente de cemento, en su momento era de piedra con la parte central de madera, desmontable (no levadizo) en caso de ataque. La ciudad es alargada y se extiende a lo largo de la cima del promontorio. Una calle central, en la que desembocan las demás, la recorre de punta a punta. Las calles son de estilo romano: empedradas y con aceras a los lados. En la parte más alta, en uno de los extremos, se encuentran los restos de dos torres de vigía que se suponen con una superestructra de madera. Detrás de las torres se encontraba un edificio relativamente grande que se cree serviría de cuartel. Se cree que la zona era la posición más fortificada de la ciudad. El barrio comercial se encuentra fuera del primer recinto mural. Las tiendas se distribuyen a lo largo de una calle empedrada a derecha e izquierda. El molino, en cambio, no se encuentra en el barrio comercial, sino en la acrópolis, en lo que se ha llamado la panadería. Aún se pueden observar las piedras de molino utilizadas. )o()o( EL TEMPLO )o( El templo se encuentra en el cruce de la calle de entrada con la calle principal. Es un recinto pequeño dividido por una tarima en la que se encuentran cuatro huecos. Se cree que los huecos corresponden a los lugares en los que estaban ancladas varias estatuas de bronce. Del conjunto se conservan una cabeza femenina y una masculina. Se cree, dadas las huellas en la roca que conformaba el suelo, que formaban un conjunto escultórico en el que un joven noble local, heroizado y luciendo estética romana a imitación de la de Pompeyo, tira de un caballo mientras es coronado por una figura femenina, posiblemente la diosa Victoria (Niké) o algún equivalente local, que se encontraba suspendida en el aire, puesto que faltan las marcas correspondientes a dicha estatua. El suelo estuvo decorado con opus signinum y las paredes con frescos imitando sillares de piedra, realizados al parecer por artistas itálicos. )o()o( LAS TERMAS )o( Fechadas entre los siglos II y I a.C., son de las más antiguas que se han descubierto en la península Ibérica. Se encuentran extramuros y se comunican con la ciudad a través de unas escaleras. Se entraba por los vestuarios a cuya derecha se encontaba el frigidarium. El tepidarium se encontraba detrás de los vestuarios y detrás dos habitaciones, que contendrían el caldarium y los baños de vapor. Existía posiblemente también un gimnasio (palestra) del lado del tepidarium. Las calderas se encontraban en el lado del frigidarium, alejadas de la acrópolis. El agua se cree que provenía del aljibe existente, a través de algún tipo de canalización que ha desaparecido. )o()o( LAS CASAS )o( Las casas iberas normales eran de unos 40 m2. Habitualmente de tres habitaciones, podían tener hasta cuatro en familias ricas. La primera habitación, al lado de la entrada, era la cocina. Se encontraba cerca de la puerta para facilitar la ventilación, ya que a pesar de las pequeñas ventanas y la chimenea, la ventilacion era deficiente. Tras la puerta de entrada se encontraba la sala principal en la que se hacía la vida diaria. Al fondo el dormitorio, que en el caso de familias pudientes podían ser dos. La romanización de la ciudad trajo las modas del Imperio también en la construcción. Los habitantes más ricos hicieron sus casas con un patio central y las dependencias a su alrededor: cocina, dormitorios, comedor, tablinum, etc.. La casa del régulo local es mucho más grande que las habituales, unos 300 m2. Estaba realizada al estilo romano, más "moderno", con un patio central alrededor del cual se distribuían las habitaciones. Entre las casas, distribuidas en manzanas, se encuentran almacenes, grandes habitaciones llenas de tinajas. También se ha encontrado un molino de piedra para cereales en lo que se cree era la antigua panadería. )o( Entre los restos de la rampa realizada por las tropas de Pompeyo, se ha excavado una tumba ibera, la única conservada. Es una cúpula de piedras sobre un zócalo cuadrado situado a orillas de un camino empedrado de salida de la ciudad. Hoy, en las cercanías de Azaila, provincia de Teruel, comunidad autónoma de Aragón, España.
 
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