Vulci
o Vulcos o Volci o Vole. Ciudad etrusca, al suroeste del lago Vadimón. A pesar de su relativa distancia del mar, se encuentra de hecho sobre una plataforma calcárea a lo largo de la ribera derecha del actual Fiora y fue una de las más grandes ciudades estado de Etruria con un fuerte desarrollo marinero y comercial con Grecia y Oriente, como testimonian los suntuosos ajuares fúnebres recuperados en las necrópolis adyacentes y actualmente dispersas por diversos museos. Las necrópolis que circundan la ciudad en las localidades de Cavalupo, Ponte Rotto, Polledrara, Osteria, Campo di Maggio y Camposcala, tenían millares de tumbas, de tipología diversa: fosas, túmulos, tumbas cuadradas, tumbas con cámara y otras de corredor. Entre las más destacadas, el grandioso túmulo de la Cuccumella (18 m de alto y 75 de diámetro), la Cuccumelletta y la Rotonda, no muy alejada está la tumba François, las de los Tori, de las Inscripciones y de los Due Ingressi. En la Osteria están presentes diversas tumbas con cámara caracterizadas por el techo esculpido, como era usual en las habitaciones etruscas. Entre los monumentos más sugestivos, el majestuoso puente llamado del Diablo (siglo III a.C.) que domina desde lo alto de sus 30 metros de altura, el río Fiora. El Museo arqueológico se encuentra en los locales del Castillo de la Abadía, donde puede admirarse entre otros el riquísimo ajuar de la tumba de la Panatenaica y más cerámica etrusca y griega, bronces, sarcófagos, exvotos y elementos arquitectónicos que en un tiempo adornaron las tumbas y los templos. El mitreo de Vulci se encuentra adosado a una domus que data del siglo II a.C., con criptopórtico subterráneo. Se compone de dos espacios: una antecámara y un lugar de culto, donde se reunieron algunos objetos votivos de particular interés. Hoy, se encuentra en el territorio de Montalto di Castro, provincia de Viterbo, región de Lazio, al norte de Roma, Italia.