Ka
Más que un dios egipcio, es un concepto de difícil traducción, interpretado como la fuerza vital del individuo que se crea como su gemelo, dirigiéndose en el momento del nacimiento, el uno a la tierra y el otro al Mundo del Más Allá. Tiene la misma forma que el hombre y se crea sobre el torno de alfarero de Jnum. Poseedores de ka son tanto los hombres como los dioses y ambos tenían lugares específicos para su culto. De este modo, el ka es un elemento importantísimo que constituye "el doble", "el cuerpo energético" que se siente, pero no se puede ver, y que sin embargo, necesita ser alimentado para su subsistencia. Acompaña al individuo tanto en su vida terrenal como en la de ultratumba, siempre atado al ente físico. El ka es el encargado de anunciar a los dioses la llegada del rey en los Textos de las Pirámides. Cuando deviene la muerte, es este elemento el que queda adormecido y al que hay que reanimar mediante todos los ritos mágicos de los funerales. Este concepto, junto con el Ba, parece que ya se encuentra presente en los comienzos del Imperio Antiguo. Ya entonces se pensaba que se necesitaba de un soporte material para subsistir, siendo necesaria a la muerte del individuo, la momificación que conserve el cuerpo. así como los ritos de Apertura de Ojos y Boca que le reaniman. Expresaba la fuerza natural del hombre (opuesta al Ba) y estaba unida al cuerpo humano desde su nacimiento. Nacía con la persona y la acompañaba como una especie de doble hasta su muerte, tras la cual el ka continuaba viviendo, retornando así a su origen divino. El ka encerraba diferentes cualidades que eran las virtudes y defectos del ser, expresándose con tal palabra la fuerza vital del hombre, tanto sexual como intelectual y física. "Pasar a su ka" equivalía a "morir". Era la entidad espiritual que proporcionaba al hombre el principio de su individualidad, su fuerza vital, su personalidad. Maspero definió al Ka como "el doble" inmaterial de cada ser humano. En tanto representaba la fuerza material, vital y sexual humana, necesitaba alimentarse, aunque sólo tomaba la esencia de estos alimentos. Gozaba de una mayor fluidez que el cuerpo humano por estar realizada de una materia tenue que no podía verse ni tocarse. Era el que marcaba el "ser y el como" de cada individuo. Existía igualmente un ente divino formado por siete Kas y siete Hemsut, que eran dioses del destino y que aunaban las funciones de Shai. Este elemento mitólogico era independiente del Ka personal de cada individuo. Otros elementos constitutivos del hombre fueron: Jat, el cuerpo físico y perecedero; Ba, el alma; Ib, el corazón, es decir el pensamiento; el mencinado Ka, el doble; Ju, la inteligencia; Sejem el poder, aquel que mediante su fuerza mantiene todos los elementos integrantes del hombre unidos y en armonía; Jaibit, la sombra; Sah o Sahu el cuerpo espiritual; Ren, el nombre, la identidad sin el cual nada puede existir (Sobre los 14 Kas de los dioses, Ver, Ra).Tiene relaciones con las Hemsut, su contrapartida femenina. Relacionado con la placenta y con Jonsu. Las funciones del ka están directamente relacionadas con Jnum y con Shai. Estas ideas son tan ajenas a nuestra forma de ver las cosas y las alusiones de los textos son tan oscuras, que unido a las escasísimas referencias que tenemos para su estudio y a la sutileza de este concepto, hace que sea muy dificil captarlo con precisión. Su iconografía tiene aspecto humano con dos brazos en sentido vertical opuestos y en ángulo recto reposados sobre la cabeza. Se veneró en todo Egipto. Ver, Ba, Componentes del hombre, Hemsut, Hemuset.