Naaman
(siglo IX a.C.). Personaje del Antiguo Testamento, mencionado en el segundo libro de los Reyes. Era el general de los ejércitos del rey Ben-Adad II en tiempos de Joram, rey de Israel. Se encontraba aquejado de lepra, cuando una joven esclava hebrea al servicio de su esposa le habló de un profeta de Samaria que podía curarlo. Sabiendo esto, Naaman obtuvo de su rey cartas dirigidas a Joram en las que expresaba sus buenos oficios: "..., sabe por ellas que yo te envío a mi siervo Naaman para que lo sanes de su lepra", lo cual generó suspicacias y airó al rey hebreo, quien rasgó sus vestiduras. Eliseo, el Profeta, habiendo escuchado esto envió a buscar a Naaman, y el particular encuentro que tuvo lugar se encuentra relatado. Fue curado de su enfermedad lavándose siete veces en el río Jordán según lo había ordenado el profeta. De regreso a Damasco, fue alcanzado por Guejazí, un sirviente de Eliseo, que consiguió que le entregara cierta cantidad de plata y unos vestidos, haciéndole creer que Eliseo los pedía para distribuirlos como limosna. La perspicacia de Eliseo le permitió descubrir el engaño y, en castigo, hizo que la lepra se le pegara a Guejazí. Es mencionado también en el Evangelio de Lucas, del Nuevo Testamento.