Nabucodonosor II
el Grande o Nabu-kudurri-usur II o Nebukadrezzar II o Nebuchadnezzar II (ss. VII-VI a.C.). Rey de Babilonia (612-562) y de Nínive (604-562). Hijo de Nabopolasar I, ocupó el trono en el año 604. Segundo rey de la Dinastía X de Babilonia (dinastía caldea), hijo y sucesor de Nabopolasar, y uno de los personajes más famosos de la Antigüedad tanto por sus dotes militares, administrativas y políticas, como por los relatos que la Biblia hace de él. Siendo príncipe heredero participó, según se sabe por la Crónica de Nabopolasar, en las luchas contra Asiria y tuvo que casarse por imperativos políticos con Amytis, una nieta del rey medo Ciaxares. Se le considera el rey más prestigioso de Babilonia desde la época de Hammurabi, aunque no se conoce a la perfección su reinado. Su acción más célebre fue la batalla de Karkemish (605) contra las tropas egipcias del faraón Uahemibre Necao II, que le facilitó la conquista de todo el país de Hatti (Palestina y Siria entonces), según se sabe por sus Anales. Tras morir su padre, fue proclamado rey en el transcurso de la fiesta anual de la Akitu. Aquel mismo año (604) volvió hacia el Levante, sometiéndosele todos sus príncipes, entre ellos Joaquín de Judá. Por los textos sabemos de sus campañas anuales (604-601), preparatorias todas ellas para el ataque contra Egipto, que iniciaría a comienzos del año 600, aunque sin resultados positivos. Esta actitud expansiva por la zona siria provocó la intervención de Egipto, deseoso de mantener su hegemonía sobre los puertos del Líbano. El primer enfrentamiento egipcio-babilonio se produjo con la victoria los primeros. Estos hechos provocaron que Joaquín (hijo) de Judá rompiera con Nabucodonosor durante tres años. En el 599 efectuó una incursión contra los árabes; en el 598 puso sitio a Jerusalén, tomándola al año siguiente y capturando a su rey Joaquín. De allí deportó un buen número de judíos e incluso puso en el trono a un nuevo rey, Mattanías (apodado Sedecías). Su Crónica recoge además otros hechos militares en la zona de Karkemish, una victoria contra el Elam y una operación de castigo contra el país de Akkad (594), año en que también volvió a actuar en Siria y Palestina. No se conocen los hechos de los otros treinta y tres años de su reinado; sin embargo, por la Biblia se nos informa de la segunda campaña babilónica contra Jerusalén, en donde Sedecías se había rebelado. Nabucodonosor II, en el 586, ordenó como castigo la destrucción de sus murallas, la demolición del Templo de Jerusalén y la deportación de sus habitantes. Por otras fuentes (Antiguo Testamento y Flavio Josefo) conocemos aún un asedio de trece años contra Tiro y una campaña contra el faraón Amasis de Egipto, aparte de un arbitraje que realizó entre medos y lidios. A pesar de las victorias, Nabucodonosor volvió a encontrar resistencia de las regiones sirio-palestinas que siempre contaban con la inestimable ayuda de Egipto. No en balde, Necao ocupó el territorio de Gaza. Pero a partir de 568, las relaciones entre Egipto y Babilonia parecen más estables, respetando sus respectivas áreas de influencia. En el aspecto interior, el reinado de Nabucodonosor fue bastante favorable ya que puso en marcha una política de recuperación nacional, tras diez años de guerras internas. Engrandeció y embelleció su reino. Fue un gran constructor. Las ciudades fueron ampliadas y se llevaron a cabo grandes trabajos de arquitectura e ingeniería, especialmente en la capital, Babilonia, destacando la gran torre o Zigurat (Etemenanki, o torres de casi 100 m de altura) y el gran templo de Marduk o Esagila, residencia del gran panteón babilónico. con seis puertas. Los canales fueron rehabilitados, la agricultura restablecida y las ciudades reconstruidas. Un período de prosperidad se abre para el país, salpicado de momentos de tensión provocados por las esporádicas revueltas. Orgulloso con estos triunfos, quiso que se le adorase como a un Dios. Sus restos se encuentran actualmente depositados en el Museo del Louvre de París. Además, amplió el palacio de su padre y realizó importantes obras (grandes murallas, los "Jardines colgantes", las puertas de Ishtar y otros) que hicieron de Babilonia la gran urbe de la antigüedad. Los principales restos encontrados en Babilonia, pertenecen a su época. Estuvo privado de la razón durante siete años, y se creyó convertido en buey. Al morir le sucedió en el trono su hijo Amel-Marduk (el Evil-Merodach de la Biblia). Nabucodonosor II tuvo también otros cinco hijos, entre ellos, Mushezib-Marduk y Marduk-nadin-akhe, así como una hija, de nombre Kashshaia, que casaría con Neriglissar. Su reino acabó con una gran inestabilidad interna que derivó en importantes revueltas, con los que acabó este período brillante del reino babilónico. Ver, Amytis.