Labarna I

(ss. XVIII-XVII a.C.). Rey (1.680-1.650) hitita del Imperio Antiguo. Hijo y sucesor de Pu-Sarrumash y nieto de Tudhalijas. Con Labarna se inició de hecho el Antiguo reino hitita, según se sabe por el Rescripto de Telepinu, principal fuente para el conocimiento de Labarna. El rey pudo zafarse del control mesopotámico y, poco a poco, mediante conquistas agrandar su Estado, entregando luego los territorios a sus hijos en calidad de virreyes o gobernadores. Eligió a Khattushas como capital, a la que protegió con poderosas murallas. Su nombre Labarna o Tlabarna quedaría a partir de él como sobrenombre honorífico y oficial de los reyes hititas que le sucedieron. Los monarcas del Imperio Antiguo solían acompañar sus nombres con este término que significa "gran rey" para así aparecer como una de las grandes potencias de su tiempo, dentro del lenguaje diplomático de la época, lo que indicaría su predominio sobre otros reyes menores. Al utilizar el nombre del antiguo rey Labarna, considerado el fundador de la dinastía, podría indicar que cada monarca reinante era considerado la encarnación del fundador del reino. Durante el Imperio Nuevo fue sustituido por el título que significaba "mi sol", tomado quizá en préstamo de los reinos contemporáneos de Mitanni o de Egipto, junto con el sol alado como símbolo de la realeza; lo mismo ocurrió con el nombre de su mujer, Tawannanna, que se aplicaría como título a las reinas esposas. Labarna I fue sucedido por su hijo Labarna II, conocido también como Khattusilis I, aunque éste se consideró siempre hijo del hermano de Tawannanna, hecho que ha originado una serie de hipótesis acerca del parentesco hitita. Ver, Imperio Antiguo hitita.
 
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