Maatkare Hatshepsut
o Hapsehsut o Hatshepsut (ss. XVI-XV a.C.). Faraón del Imperio Nuevo y de la Dinastía XVIII (1.552-1.305), que reinó entre 1.490-1.468. Primer faraón de sexo femenino de la historia egipcia. También se le conoce como Áspesis. Hija de Tutmosis I y de la reina Ahmosis. Heredera del trono, hubo de casarse con su hermanastro Thutmosis II, a quien le trasmitió el derecho a la corona. A la muerte de éste, y puesto que ella no le había dado hijos, sí lo había hecho padre de dos hijas: Neferure y Hatshepsut II Merytre, el trono pasó a Thutmosis III, hijo de Thutmosis II y de su concubina Isis. Dado que el nuevo faraón era menor de edad, Hatshepsut tomó la regencia y adoptó como nombre de coronación el de Maatkare, dejando a la sombra al heredero Thutmosis III. Para ejercer su mando tomó la titulatura real completa, además de varios títulos femeninos (Esposa de dios, Mano de dios, Adoratriz divina de Amón, La que ve a Horus y Seth), se hizo representar con atuendos masculinos en algunas estatuas y redactó una serie de textos justificativos de su derecho a la corona, no dudando en declararse hija de una teogamia mantenida entre el dios Amón y su madre Ahmose. Para desempeñar su política y gobierno contó con la ayuda de diferentes personajes, entre ellos su Primer Profeta de Amón y también Visir Hapuseneb, su arquitecto Senenmut (o Senmut), su Intendente de los Dominios de Amón Thuty, su Director del Tesoro, Nehesy y el gobernador de Tebas, Ineni. Durante algunos años se mantuvo en la ambigüedad a la hora de definir exactamente su papel: así, de modo intermitente, adoptaba el título de rey o el de reina. Finalmente, en el año 7 de Tutmosis III, se tituló definitivamente rey de Egipto, adoptando un protocolo faraónico como Horus femenino y empezando a contar sus años de reinado desde la muerte de Tutmosis II. Hizo construir su tumba en el Valle de los Reyes y en las inscripciones de su interior se constata la masculinización de su protocolo. La toma de poder por su parte, fue tanto un acto de ambición personal como un mecanismo de defensa dinástica. Para Hatshepsut, ella era el único rey auténtico, por derecho de sangre, descendiente directa de Amón. Tutmosis III era sólo un bastardo. Encontró el apoyo en el clero de Amón, interesado en acrecentar su poder e influencia. Se ha dicho que relegó e incluso que encerró a Tutmosis III, y también que abandonó la política de expansión imperialista de sus predecesores. No es cierto, ya que se conocen algunas campañas de Hatshepsut en Nubia al comienzo de su reinado, en torno a la 3ª catarata y se conoce también la existencia de repetidas campañas de Tutmosis III, hacia el final del reinado de Hatshepsut, campañas que permitieron alcanzan la zona entre la 5ª y la 6ª catarata. Tutmosis III estaba al frente de un poderoso ejército operando en nombre de Hatshepsut, lo que demuestra que no lo relegó y que él había aceptado la situación política, ya que no volvió el ejército contra ella. La expedición más célebre es la que condujo a las naves egipcias hasta el país de Opone, con objetivos exclusivamente comerciales. En Asia, su reinado coincide con la hegemonía del Imperio Mitánnico, alcanzada con Sanstatar. La época de Hatshepsut en el trono parece haber sido de prosperidad para su país. Los monumentos erigidos durante el reinado de Hatshepsut se caracterizan por una luminosidad y una elegancia en el diseño que son excepcionales. La talla de los bloques de cuarcita rosa de su capilla en Karnak está entre las obras de arquitectura más atractivas del Imperio Nuevo. Su gran templo funerario en Deir el-Bahari, construido por su visir y arquitecto Senmut, es una de las obras maestras de la arquitectura egipcia. Contiene la famosa escena de la visita de una expedición egipcia al gobernante del país de Punt y a su esposa Eti. La reina desapareció tras el vigésimo año de reinado, siendo reemplazada por Tutmosis III como único gobernante. Nos ha llegado la referencia de una Fiesta Sed que celebró en el año 15 de su gobierno, que ejerció al parecer personalmente hasta su muerte. Thutmosis III se vengó de su madrastra haciendo martillear el nombre de la reina, así como sus estatuas y relieves, aunque han llegado ejemplares intactos; lo mismo hizo con el de los favoritos reales, a quienes también persiguió.