Caballo de Troya

El caballo de Troya es un artilugio que aparece en el mito de la guerra de Troya. Es mencionado en la Odisea de Homero y en otras fuentes, como la Eneida de Virgilio. El evento ocurre luego de los acontecimientos que se cuentan en la Ilíada de Homero y antes de los relatados en la Odisea y en la Eneida, pero igualmente es referida en estas dos últimas. Las fuerzas griegas que asediaron Troya durante diez años no pudieron superar las altas murallas que la defendían. Odiseo propuso a los jefes griegos construir un enorme caballo de madera en cuya barriga habían de caber los más valerosos héroes griegos. La flota griega se retiraría a la cercana isla de Ténedos, tras quemar el campamento para que los troyanos lo advirtieran y salieran confiados al campo. Un griego, fingiéndose fugitivo, quedaría fuera y contaría a los troyanos que este caballo está consagrado a la diosa Atenea, enemiga de los troyanos. Bajo las instrucciones de Odiseo, el caballo fue construido por Epeo el feocio, el mejor carpintero del campamento. Tenía una escotilla escondida en el flanco derecho y en el izquierdo tenía grabada la frase: "Con la agradecida esperanza de un retorno seguro a sus casas después de una ausencia de nueve años, los griegos dedican esta ofrenda a Atenea". Los troyanos, grandes creyentes en los dioses, cayeron en el engaño. Lo aceptaron para ofrendarlo a los dioses, ignorando que era un ardid de los griegos para traspasar sus murallas. Dentro del caballo se escondía un selecto grupo de soldados. El caballo era de tal tamaño que los troyanos tuvieron que derribar parte de los muros de su ciudad. Una vez introducido el caballo en Troya, los soldados ocultos en él abrieron las puertas de la ciudad, tras lo cual la fuerza invasora entró y la destruyó. Este episodio no es narrado en La Ilíada. Se hace alusión a él en La Odisea, en la que Homero cuenta las aventuras del héroe griego Odiseo en su regreso a su patria, Ítaca. También es aludido por Virgilio en la Eneida. Las fuentes clásicas dan numerosas versiones acerca del número e identidad de los guerreros que se escondieron dentro del caballo. Apolodoro los cifra en 50, pero luego añade que el autor de la Pequeña Ilíada, poema perdido, afirmaba que eran 3000, aunque podría ser un error de los códices. Según Tzetzes fueron 23; Quinto de Esmirna da 30 nombres y añade que eran aún más y otros autores mencionan otros nombres. Se ha sugerido que el caballo de Troya podría ser una referencia a Poseidón, rey de las profundidades marinas y terrestres en la mitología griega, que contaba con el caballo como uno de sus símbolos. Durante la guerra de Troya, uno de los frecuentes terremotos que se producen en la región, atribuidos a Poseidón, por venir de las profundidades de la tierra, pudo haber dañado parte del perímetro amurallado de la ciudad, facilitando así su toma por los griegos. Ya los mismos clásicos dudaban de esta artimaña. Pausanias decía que podría haber sido un arma de asedio parecida a un caballo que derribó la muralla. Otros decían que Antenor habría hecho entrar a los griegos en Troya por un postigo que tenía pintado un caballo. Otros autores creían que los griegos, después de incendiar el campamento, se habrían ocultado detrás del monte Hipio "del caballo".
 
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