Zimri-Lim

(siglo XVIII a.C.). Último rey (1.780-1.759) de la ciudad de Mari, de época paleobabilónica. Hijo de Yakhdun-Lim (esta paternidad se cuestiona hoy) y de Abdu-Duri. Con ayuda de quien sería luego su suegro, el rey de Alepo Iarim-Lim I, pudo recuperar el trono de Mari que le correspondía por ser hijo de Yakhdun-Lim. Tanto su padre como él habían sido expulsados de Mari por el asirio Shamsi-Adad I, el cual había entregado la ciudad y su Estado a uno de sus hijos, a Iasmakh-Adad, totalmente inepto para controlar un gobierno. Zimri-Lim, una vez en su trono, quiso recomponer su ciudad y reino y recuperar para Mari el prestigio de épocas pasadas. Para ello, tras casarse con Shibtu, la hija de Iarim-Lim I, acometió una reforma administrativa en profundidad, embelleció el palacio, dotó a la ciudad de un excelente puerto fluvial y entabló relaciones políticas y comerciales con varios centros de Siria, del norte de Mesopotamia (con Andarig, por ejemplo, a cuyo rey Atamrum le concedió una de sus hijas) y con Babilonia. Ello motivó una gran afluencia de riquezas a Mari, que se convirtió en un enclave internacional, convirtiéndose en el eje central de todas las intrigas políticas. Aunque Zimri-Lim controló Tutttul, Terqa, Sagaratum, Qattunan y la totalidad del país de Khana, y pudo hacer frente con las armas a las tribus de benjaminitas y suteos, su principal enemigo fue Ibal-pi-El II de Eshnunna, lo que le movió a buscar una alianza con Hammurabi de Babilonia, quien a pesar de pactar en condiciones ventajosas y solicitarle ayuda militar en varias ocasiones, en última instancia y luego de algunos incidentes diplomáticos le arrebató el trono, tras saquear e incendiar el magnifico palacio de Mari, una de las maravillas de la época, con más de 250 habitaciones, algunas bellamente decoradas. Zimri-Lim fue un extraordinario político, no dudando en utilizara sus hijas, se conoce el nombre de diez de ellas (Tablilla TEM IV), e hijos, para sus relaciones internacionales y su propia ambición personal. En la Corte desempeñaron importantes funciones, además de la reina madre Abdu-Duri, la hermana de Zimri-Lim, llamada Inib-shina, Gran sacerdotisa, su primera esposa Damhurasi, que cayó en desgracia, y Shibtu, la hija del rey de Alepo, asimismo otra de sus esposas. De tal rey ha llegado una narración conocida como Epopeya de Zimri-Lim, en la que se remarca su carácter de rey victorioso y devoto de los dioses. Ver, Abdu-Duri, Dam-Hurasi.
 
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