Ábaris
Personaje mítico que cantó el viaje de Apolo en el país de los hiperbóreos y que algunos suponen vivió en tiempos de Pitágoras y otros lo creen, según las leyendas, anterior a la guerra de Troya. Platón lo consideraba como un encantador famoso, refiriéndose a que, siendo Sumo Sacerdote del templo de Apolo Hiperbóreo, que se levantaba en la Escitia, el dios le dio una flecha de oro gracias a la cual se trasladaba mágicamente de un pueblo a otro, curando toda clase de enfermedades, vaticinando lo por venir, profetizando los temblores de tierra, desterrando la peste, apaciguando las tempestades y viviendo sin comer. Así viajó frecuentemente entre Atenas, Esparta e Italia, donde tuvo largas conversaciones con Pitágoras. Hizo en Lacedemonia sacrificios tan eficaces que este país se vio libre para siempre de la peste que le afligía con mucha frecuencia. Además tenía el poder de predecir el futuro y era muy hábil en la medicina. Gracias a estos dones liberó a muchos pueblos griegos de las desgracias que les asolaban. Dicen, que habiendo fabricado una estatua con los huesos de Pélope, la vendió a los troyanos, que creyeron sobre su palabra que aquella estatua venía del cielo, de donde él la había ayudado a bajar. Este es el simulacro o imagen tan célebre, conocida después con el nombre de Paladión. Bajo el nombre de Ábaris se hicieron circular varias obras apócrifas, entre otras las Catharmes o fórmulas expiatorias, los Oráculos escitas, una Theogonía en prosa, etc..