Cabellos

Los egipcios ofrecían votos a los dioses para la salud de sus hijos enfermos, y cuando se hallaban fuera de peligro, los conducían al templo donde les cortaban los cabellos, que ponían en una balanza con una cantidad de plata del mismo peso, y la daban a los que cuidaban de alimentar los animales sagrados. Diodoro Sículo. Era también costumbre ofrecer sus cabellos a algún río. Peleo, en Homero, ofrece al Espergeo la cabellera de su hijo Aquiles, y Memmón sacrifica la suya al Nilo. Entre los griegos, los que salían de infancia iban a Delfos a consagrar a Apolo sus primeros cabellos. Esta consagración se hacía en honor de Hipólito, hijo de este héroe, por los jóvenes de ambos sexos, que sin esto no hubieran tenido libertad para casarse. Se dejaba crecer los cabellos a los niños y llegados a cierta edad se les llevaba a un templo. Se cortaba sus cabellos que se ponían en un vaso de oro o de plata sobre el cual se escribía el nombre de cada uno y se consagraban a la divinidad de aquel templo. Esta costumbre estaba establecida también entre los asirios, pues los muchachos ofrecían sus primeros cabellos, y los jóvenes las primicias de su barba. Los griegos se cortaban los cabellos sobre la tumba de aquellos a quienes lloraban, a ejemplo de los orientales. Los árabes, los ammonitas, los moabitas, los idumeos, los pueblos de Dedom, Tema y Buz, llevaban todos cortados sus cabellos en rueda, para imitar a Baco. Los romanos, según los monumentos que nos quedan de ellos, llevaban cabellos cortos. Durante el duelo los dejaban crecer. Los lacedemonios los llevaban largos, y se los perfumaban con esencias el día del combate. Los medos y asirios, según Heródoto, y después de ellos los persas, los llevaban rizados sobre la frente, y pendientes de los dos lados sobre las espaldas. Los númidas los llevaban rizados a manera de bucles desde la cima de la cabeza. Las mujeres y los elegantes atenienses rizaban y perfumaban los suyos y los cubrían a menudo de un polvo amarillo. Lucio Vero, hermano del emperador Marco Aurelio, se echaba polvos de oro en los suyos. Homero pinta cabellos rubios a Minerva, Venus, Apolo y al Amor, del mismo modo que a los héroes más distinguidos como Aquiles, Menelao, Paris, etc. Los cabellos rubios, muy raros entre los griegos, eran los más estimados y sin duda por una razón semejante, el Homero de la corte de Osián, atribuye cabellos castaños a los héroes cuyas hazañas refiere. Apolo ceñía por lo común sus cabellos con una venda o rama de laurel, flotando con descuido alrededor de su cuello, y anudados sobre lo alto de su frente. Marte y Mercurio traen los cabellos erizados y cortos. Venus casi siempre lleva sus cabellos anudados detrás, sujetos con una diadema, o una cinta con un rodete en lo alto de la cabeza. Diana yJuno llevan el peinado semejante al de Venus, pero con un estilo más serio. El de Diana está comunmente adornado con una media Luna, y el de Juno con una rica diadema. Los cabellos de Vulcano y sobre todo los de Hércules, son cortos y rizados. Plutón los tiene espesos, ondeantes y caídos sobre su frente la cual sombrean. Júpiter trae los suyos ondeantes y majestuosamente elevados sobre la frente dejándola descubierta. Los cabellos de Neptuno participan de los de sus hermanos, y están desordenados como agitados por las tempestades que excita o calma a su gusto. Los cabellos de los ríos parecen destilar la humedad que ellos causan. Los de las divinidades campestres, de los Faunos, Sátiros, etc. son de la naturaleza del pelo de los chivos y las cabras. Se representa a la Ocasión calva por detrás. En fin, Medusa y las furias tienen serpientes por cabellos.
 
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