Baal

Su nombre egipcio es Bar. Dios guerrero identificado con el dios egipcio Seth en muchos aspectos. Es igualmente un dios del cielo y de las tormentas. El culto a Baal, como el de otras divinidades asiáticas que entran a formar parte del panteón de dioses egipcios, pudo introducirse en Egipto durante el Imperio Medio y afianzarse con la invasión de los hicsos, extendiéndose su culto en un primer momento por el Delta. La mayor expansión de su culto se produce durante la época ramésida, donde comienza a asimilarse al dios Seth, deidad de la monarquía en ese momento. Posee una contrapartida femenina llamada Baalat, una especulación teológica posterior para plasmar el sentimiento de la realidad masculina y femenina, es decir la dualidad del pensamiento de los antiguos egipcios. Tiene como paredras a otras dos diosa asiáticas Anat y Astarté. Su iconografía es la de un hombre en pie con barba, vestido con un extraño traje de corte oriental. Lleva un faldellín adornado con borlas. Sobre la cabeza porta la corona del Alto Egipto o una corona parecida a ésta de cuyo vértice superior cuelga un tallo de loto y en su frente dos pequeños cuernos acompañados de un disco solar. Frecuentemente lleva en las manos una lanza o una maza. Es una divinidad sirio-palestina, más concretamente de Ugarit, en Siria. Aparece en el panteón egipcio en la Dinastía XVIII. Fue venerado en un primer momento en el Delta y más tarde, en todo Egipto.
 
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