Vientos

Divinidades poéticas, hijos del Cielo y la Tierra o, según otros, de Astreo y Eribeo. Hesíodo les supone hijos de los gigantes Tifeo, Astreo y Perseo, pero exceptúa los vientos favorables, a saber: Noto o Austro, Bóreas o Aquilón y Céfiro o Favonio, a los cuales hace hijos de los dioses. Homero y Virgilio establecen la morada de los vientos en las islas Eolias y les dan por rey a Eolo, que los tiene encadenados en sus cavernas, aunque el poder de este mismo dios estaba sujeto al de Júpiter y Juno que eran los verdaderos dioses de las regiones etéreas. Posteriormente, fueron deificados por las creencias populares y se les ofrecieron votos y ofrendas para ganar su favor.
 
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