Qala'at Sim'an
(árabe, Fortaleza de Simeón). Se alza en la parte septentrional de Siria, 37 Km al noroeste de Alepo, sobre un montículo de 564 m de altura, antes llamado Monte de las Mujeres (en griego Telanissos y en siriaco Tell Neshe). A sus pies se encuentra el pueblo de Deir Siman (el Convento de Simeón), con cuya historia ha ido unido. El montículo pertenece al Macizo Calcáreo o de Belus, pequeña cadena montañosa donde asoman las ruinas de muchas poblaciones otrora florecientes, pero abandonadas desde el siglo X (las llamadas Ciudades Muertas). La región tiene clima frío en invierno y benigno en verano, y es apropiada para el cultivo del olivo, la vid y las hortalizas. El complejo de Qala'at Sim'an fue construido bajo el reinado del emperador Cenón (474-491). Las dependencias que lo integran sufrieron terremotos e incendios en la primera mitad del siglo VI, pero los monjes pronto repararon los daños, y permanecieron ininterrumpidamente en el lugar hasta el año 985. En esta fecha los príncipes hamdaníes de Alepo expulsaron a los monjes y a las fuerzas bizantinas que habían reconquistado el norte de Siria. Volvieron los monjes poco después, aunque ya sólo se quedarían hasta 1017. Entonces un ejército fatimí venido de Egipto saqueó el complejo, que fue abandonado hasta que en nuestros días las autoridades sirias lo acondicionaron y convirtieron en centro de atracción turística. Durante sus casi seiscientos años de historia, Qala'at Sim'an ha sido habitada casi exclusivamente por monjes. Sin embargo, no se cuenta ninguna personalidad relevante entre sus moradores, a diferencia de otros monasterios como Mar Saba (Palestina) o Sta. Catalina del Sinaí (Egipto). La fama de que gozó San Simeón Estilita en vida atrajo mucha gente al sitio donde vivía. Acudían a él, en busca de consejo, peregrinos de diferentes tierras cristianas, incluso desde la lejana Britannia. Sus huéspedes más ilustres fueron el obispo Teodoreto de Ciro, que escribió su biografía en el 440, y el emperador Marciano (450-457), que le visitó en el 451 para pedirle oraciones por el Concilio de Calcedonia. La muerte del santo asceta no supuso el fin de las peregrinaciones y, mientras lo habitaron los monjes, el lugar siguió siendo frecuentado por una multitud de creyentes anónimos. Apenas se sabe de Oala'at Sim'an desde la época de las Cruzadas. En el siglo XVI, ya durante el dominio otomano, dos potentados levantaron sendos edificios en el baptisterio y en el ala oriental de la iglesia. En 1667 pasó por allí el alemán F. Von Troilo, que vio la columna del santo todavía en buen estado. Setenta años después, poco quedaba de ella según el testimonio del inglés Richard Pococke en 1737. El conjunto arquitectónico de Qala'at Sim'an fue concebido como un proyecto unitario y ejecutado en breve espacio de tiempo, gracias a donativos y aportaciones venidos de otras comarcas y tierras. Todo él gira alrededor de la columna donde vivió San Simeón Estilita, y consta de los siguientes elementos principales: la iglesia, el monasterio, el osario, el baptisterio, la muralla y la vía procesional. Su planta tiene torma de polígono irregular, y alcanza un perímetro, de unos 1160 metros. Estos se reparten a modo de un pentágono de 420, 130, 210, 250 y 100 metros de lado respectivamente; los 50 metros restantes son los que unen la torre del nordeste con el bastión más septentrional y adelantado. Su longitud máxima es de unos 470 metros desde la puerta de entrada hasta dicho bastión, mientras que su anchura máxima llega a unos 160 metros entre las torres oriental y occidental. Antes de iniciar la construcción del complejo, hubo que nivelar y extender la plataforma donde se alzaba la columna del santo. Con tal fin se preparó una terraza artificial en la parte oeste y unos arcos que sirvieran de soporte al complejo. Realizada esta obra preliminar, los trabajos de construcción porsiguieron sin mayores problemas. La iglesia ocupa una superficie aproximada de 5000 m2. Tiene forma de cruz de 100 x 88 metros de longitud, y sus brazos constituyen sendas basílicas de 24 metros de anchura, orientadas según el sentido de los puntos cardinales. Este tipo de planta presenta antecedentes y paralelos en otros lugares. De larga tradición romana es la planta basilical; en cambio, la idea de una iglesia que pivota en torno a un punto central se desarrolla en la primera mitad del siglo VI d. J.C. en Qala'at Sim'an y otras localidades sirias, como Resafe, Bosra, Ezraa y Apamea. El diseño cruciforme de los templos cristianos pronto alcanzaría gran popularidad y difusión, hasta convertirse prácticamente en el único empleado, como se aprecia en las catedrales medievales. Se accede al templo por el brazo sur de la cruz, a través de un nártex de 23 metros de largo, con un gran arco central y dos arcos laterales menores que coronan tímpanos triangulares ricamente ornamentados. Se apoya el arco central en dos esbeltas columnas con capiteles corintios de hojas de acanto, al igual que los arquitrabes; en el resto de la fachada las columnas dejan su puesto a una serie de pilastras estriadas. Tras franquear el nártex y recorrer la basílica meridional, aparece un espacio octogonal sobre una superficie casi totalmente cuadrada de 24 x 25 metros, cuyo centro geométrico ocupaba la columna donde vivió el santo. Dicho espacio, pavimentado con losas de piedra, fue la estructura original de la iglesia y de todo el complejo. Las cuatro basílicas convergen en dicho octógono. La occidental se alza sobre la terraza artificial a la que antes se aludía. Es la peor conservada, y es posible que albergase la entrada primera y provisional a la iglesia mientras se concluía el nártex en la basílica meridional. A su vez, la oriental (de 45 metros de longitud, incluido el ábside mayor, frente a los 32 metros de las otras, y con siete filas de columnas en lugar de las seis que figuran en las demás, toma un ligero sesgo hacia el norte para coincidir exactamente con el este, y termina en tres ábsides, uno por cada nave, en su cabecera, a los que se accedía mediante tres gradas, y ante los cuales estaba colocado el iconostasio. Así pues, la basílica oriental era la más importante, y albergaba las ceremonias; las otras tres basílicas servían para congregar a los peregrinos que iban a participar en los cultos. Fueron precisamente las obras de la basílica oriental las últimas en concluirse. Una inscripción griega hallada en su pavimento de mosaico, hecho a base de teseras blancas y negras combinadas en motivos florales y geométricos, conmemora su término en tiempos del emperador Basilio II (976-1026). Merece la pena reparar en la decoración del templo, espléndida por su gran riqueza, enorme variedad y magnífica ejecución, que marca el modelo seguido por las iglesias de la zona de Antioquía e imitado en otras regiones del Imperio Bizantino. Este modelo se difundió por el occidente cristiano gracias a la emigración de artistas locales tras la conquista árabe de Siria (634). Cierto es que la decoración de la iglesia de Qala'at Sim'an no está exenta de imperfecciones, que se deben sobre todo a su índole monumental y pionera. La principal de ellas radica en el ensamblaje de las cuatro basílicas mediante unas exedras situadas en los vértices interiores de la cruz. De este modo el cuadrado pasa a ser un octógono en cuyas esquinas se levantan sendos pilares, que se alinean con las columnas de las naves de las basílicas. De esos ocho pilares arrancan los cuatro arcos que enmarcan las exedras. Tales arcos resultan poco esbeltos, y se asemejan a los de las iglesias rurales de la comarca, en las que prevalece una tosca monumentalidad. Pero el precedente de mayor interés para la arquitectura medieval europea se puede ver en el exterior de la cabecera de la basílica oriental, concretamente en las columnas adosadas y las cornisas de arquillos ciegos que descansan en ellas y en ménsulas: es la misma decoración que los arquitectos románicos emplearán en los ábsides de sus iglesias.
El monasterio
Entre las basílicas oriental y meridional de la iglesia se levantaba un monasterio, integrado por una capilla, un claustro y tres alas con diferentes dependencias. La capilla, que tenía unas dimensiones de 23 x 14 metros, presenta también planta basilical, con tres naves separadas por cuatro filas de dos columnas. La nave central estaba rematada por un ábside, mientras que las laterales terminaban en una cámara. Este segundo templo lo utilizaban los monjes para los cultos de diario, pues dejaban la iglesia grande para los domingos y solemnidades. Su elemento arquitectónico más destacado era el nártex de cinco columnas que servía de entrada principal. Además, podía accederse al interior por tres puertas laterales. El claustro tiene forma casi rectangular, con una longitud y anchura máximas de 66 y 40 metros respectivamente. Por los lados este, oeste y sur lo cierran tres alas asimétricas
donde se agrupaban las habitaciones, cocina, despensa, almacenes y demás dependencias reservadas a los monjes residentes y a los clérigos visitantes. El ala mejor conservada es la meridional, donde todavía está en pie la fachada de la sala principal.
El osario
Adosado a la muralla por el centro de la parte septentrional se encuentra el cementerio de los monjes. Se trata de un pequeño espacio empleado en un primer momento como cantera para la extracción de piedra. Este espacio fue cubierto posteriormente con un tejado piramidal y reutilizado como osario. De la cámara funeraria propiamente dicha partía un túnel que conduce a una celdilla en la que se depositaban los huesos recogidos de los sarcófagos.
El baptisterio
El baptisterio de Qala'at Sim'an es uno de los restos más finos y delicados de la arquitectura cristiana del norte de Siria. Se trata de una edificación rectangular de 37 x 26 metros, formada en su parte sur por una pequeña estructura basilical, y en su parte norte por un cuadrado de 15 m de lado que encierra en su interior una pila bautismal en forma de octógono. A juzgar por el tambor, que se conserva en buen estado, la pila estuvo coronada por una cúpula cónica o semiesférica; en su parte oriental aparece (entre dos columnas con capiteles corintios) un absidiolo semicircular. Allí se encuentra la fuente bautismal, decorada con mosaicos y a la que se accede por unos escalones. Toda la estructura está delimitada en su exterior por arcos, que conectan con la muralla por medio de pilastras. Los restos de la estructura basilical son escasísimos debió servir de capilla. Al oeste y suroeste del baptisterio aparecen trazas de otras construcciones, que debieron servir de hospedería para los peregrinos y establos para sus caballerías. Precisamente por el suroeste se hallaba una puerta monumental rematada por diversos arcos. Aquí terminaba la vía procesional que conducía al recinto religioso. Unos 80 metros más al sur, en el muro exterior del recinto, se abría una segunda puerta monumental de parecidas características.
)o()o()o( La muralla )o(
Una muralla de unos 1160 metros de perímetro fue construida a marchas forzadas en el siglo X durante la reocupación bizantina de la comarca, con el propósito de convertir el lugar en una gran fortaleza. De aquí deriva precisamente su nombre: Qala'at Sim'an significa la Fortaleza de Simeón. De los muros, rampas, poternas, bastiones y veintisiete torres que se levantaron entonces, quedan restos más que suficientes para explicar tan acertado topónimo árabe.
)o()o()o( La vía procesional )o(
Una majestuosa vía procesional de 470 metros de longitud llevaba a los peregrinos desde el pie de la montaña hasta el santuario de Qala'at Sim'an. A 50 metros de su inicio la adornaba un majestuoso arco triunfal, cuyos restos son aún visibles. Se entraba al complejo por el suroeste, atravesando una primera puerta monumental situada en el muro exterior del recinto, y una segunda abierta a la izquierda del baptisterio, entre las hospederías y las construcciones auxiliares. )o(
Qala'at Sim'an es una de las columnas del arte bizantino, el segundo monumento arquitectónico más importante de todo el Imperio Bizantino, tan sólo superado por Santa Sofía de Constantinopla.