Qatna
Importante ciudad comercial durante la mayor parte del II milenio a.C. y en la primera mitad del I milenio a.C., situada en el wadi Il-Aswad, tributario del río Orontes, 18 km al noreste de Homs y aproximadamente en la misma latitud que Sumura, en Siria. Controlaba los caminos más importantes de la región, entre el Antiguo Egipto y Mesopotamia, así como con el Imperio hitita. La ubicación de Qatna en medio de las redes de comercio del Cercano Oriente la ayudó a alcanzar riqueza y prosperidad; comerciaba con regiones tan lejanas como el Báltico y Afganistán. El área que rodea Qatna era fértil, con abundante agua, lo que hacía que las tierras fueran aptas para el pastoreo y agrupaba a una gran población que contribuía a la prosperidad de la ciudad. El topónimo Qatna está estrictamente relacionado con cursos de agua y lagos, ya que estuvo en la orilla oriental de un lago ahora seco. Fue fundada en una meseta de piedra caliza, y sus extensos restos sugieren un entorno fértil con abundante agua, que no es el caso en los tiempos modernos; la región era mucho más húmeda y el agua abundante en el pasado. Qatna fue habitada por diferentes pueblos, sobre todo los amorreos, que establecieron el reino, seguidos por los arameos. Los hurritas se convirtieron en parte de la sociedad en el siglo XV a.C. e influyeron en el lenguaje escrito de Qatna. Primero estuvo habitada un corto período en la segunda mitad del IV milenio a.C., fue repoblado alrededor del 2.800 a.C. y continuó creciendo. En el 2.000 a.C., se convirtió en la capital de un reino regional que extendió su autoridad sobre grandes extensiones del Levante central y sur. El reino gozaba de buenas relaciones con Mari, pero estaba involucrado en una guerra constante contra Yamhad. En el siglo XV a.C., Qatna perdió su hegemonía y quedó bajo la autoridad de Mitanni. Más tarde cambió de manos entre los primeros y Egipto, hasta que fue conquistado y saqueado por los hititas a finales del siglo XIV a.C.. Después de su destrucción, la ciudad redujo su tamaño antes de ser abandonada el siglo XIII a.C.. Fue reasentada en el siglo X a.C., convirtiéndose en un centro de los reinos de Palistin y Hamath hasta que fue destruida por los asirios en 720 a.C., reduciéndose a un pequeño pueblo que finalmente desapareció en el siglo VI a.C.. Una gran muralla rodeaba Qatna y alcanzaba los 18 m de altura. Contenía uno de los palacios reales más grandes de la Edad de Bronce siria y una tumba real intacta que ha proporcionado una gran cantidad de evidencias arqueológicas sobre los hábitos funerarios de ese período. Comparado con otros palacios de la epoca en la región, como el Palacio Real de Mari, el palacio de Qatna era gigantesco, incluyendo salones masivos como el salón C, anteriormente conocido como el templo de Belet-Ekallim (Ninegal), que tenía 1.300 m2 de superficie y la sala A, con 820 m2. El palacio fue construido durante el período de transición de la Edad del Bronce Medio hasta el final, ca.1.600 a.C., en la parte norte de la acrópolis, sobre una necrópolis abandonada. Debido a su ubicación en el medio de la red de comercio del mundo antiguo, el paisaje cultural y social de la ciudad era complejo, ya que los habitantes tenían que tratar con comerciantes y enviados que traían consigo costumbres diferentes de regiones distantes. Los inventarios de regalos presentados a las deidades del palacio real indican que Qatna usó el sistema de numeración sexagesimal. Textiles teñidos de púrpura real, un símbolo de estatus social, se encontraron en el hipogeo real. A juzgar por las estatuas reales halladas en la antecámara del hipogeo real, un rey de Qatna vestía ropas diferentes de las que se usaban en Mesopotamia; su túnica le habría llegado a los tobillos. Un estilo internacional en el arte no existía en Qatna; en cambio, prevaleció un estilo híbrido regional donde los motivos internacionales aparecen junto con los regionales. La planta en forma de voluta es uno de los motivos internacionales más extendidos. Muchas piezas del hipogeo real fueron decoradas con este motivo, pero Qatna tenía su propia voluta típica, donde la corona es un solo lóbulo largo con colgantes punteados que se ramifican en las esquinas de la voluta superior. La pintura mural en el palacio real de Qatna atestigua el contacto con la región del Egeo, con motivos típicos minoicos como palmeras y delfines. Qatna también tenía una artesanía local distintiva; las pinturas murales en el palacio real, aunque incluyen motivos egeos, representan elementos que no son típicos ni en Siria ni en la región del Egeo, como las tortugas y los cangrejos. El arte de la ciudad es distintivo y muestra signos de contacto con diferentes regiones circundantes. Los artefactos de Qatna muestran mano de obra de alta calidad. Su religión era compleja y se basaba en muchos cultos en los que la adoración de los antepasados desempeñaba un papel importante. La existencia de instalaciones agrícolas en la acrópolis durante la temprana ciudad indica que una autoridad central supervisó el proceso de producción. Qatna era un centro administrativo que probablemente tenía el control de las regiones del sur del reino. Durante el período asirio, Qatna perdió su papel administrativo e incluso su carácter urbano hasta su abandono. Las excavaciones comenzaron a partir de 1.924 y anualmente de 1.927 a 1.929. Uno de los descubrimientos más importantes se produjo en 2.002, cuando se descubrió el archivo del rey Idanda, que contiene 67 tabletas de arcilla.
Los reyes conocidos de Qatna son:
)o()o()o( Amut-pi'el I ca.1.780 a.C.
)o()o()o( Ishi-Addu ca.1.780 a.C.
)o()o()o( Amut-pi'el II ca.1.772 a.C.
)o()o()o( Naplimma ca.1.450 a.C.
)o()o()o( Sinadu
)o()o()o( Adad-Nirari
)o()o()o( Idanda ca.1.340 a.C.
)o()o()o( Akizzi )o(
Hoy, Tell al-Mishrifeh, gobernación de Homs, Siria.