Ra
Su nombre egipcio es Ra o Re. Al principio, el nombre del dios sol se refería al astro mismo. Según el Papiro Real de Turín, Ra fue el primer soberano de Egipto. Nos encontramos ante el dios solar más importante del panteón egipcio, que se fusionó y se superpuso a Atum y a Horajti, siendo éstos aspectos de la divinidad con la que pronto se confunden. Lleva el título de "el Padre de Todos los Dioses". Su importancia arranca en el Período Tinita, en el que uno de los soberanos de la Dinastía II introduce el nombre de Ra en el suyo propio. Sin embargo, este ascenso queda adormecido hasta que empieza a despuntar en la Dinastía IV cuando los reyes lo introducen en el protocolo real, bajo el título de Hijo de Ra. Finalmente en la Dinastía V el poder de Ra queda completamente establecido. Es el artífice de la creación y de todo lo que se encuentra en la tierra y en los cielos. A través del Papiro de Bulak 17 y de las inscripciones del templo de Esna, conocemos la leyenda que narra el nacimiento de los hombres de las lágrimas del dios. Por otro lado, no existe un tratado completo que recoja la tradición heliopolitana, es decir, la creación en manos de Ra; para ello debemos por tanto dirigirnos a distintas fuentes, entre las que caben destacar los Textos de las Pirámides y el Papiro del Museo Británico 10.188, versión B. La importancia de Ra llegó a ser tan grande que casi todos los dioses del panteón sufrieron una solarización a partir de la Dinastía V, consolidándose en el Imperio Medio. Sólo Ptah, dios creador de la cosmogonía menfita no padece esta fusión. De este modo, encontramos cómo aparecen nuevas divinidades que conservan su carácter original y a las que se añaden cualidades del Sol, en cuyos nombres se encuentra unido el de Ra: Amón-Ra, Montu-Ra, Sobek-Ra, Horus-Ra, son algunos de estos ejemplos. Una leyenda, recogida en el papiro Westcar, hace de Ra el padre de los primeros reyes de la Dinastía V. El Sol se habría encarnado en el rey para fecundar a la madre de Niuserre, Sahure y Neferirkare (teogamia). Ra se encuentra a la cabeza de la cosmogonía heliopolitana, recogida en los Textos de las Pirámides principalmente y representa al Sol en el cénit. Tiene la carne de oro, los huesos de plata y el pelo de lapislázuli. Para él se construyeron templos solares, obeliscos y grandes pirámides (estas últimas son la representación pétrea de los rayos del sol al llegar a la tierra) y en Heliópolis se le veneraba bajo la forma de la piedra Benben. Sobre la cabeza lleva el Ureo que le protege, escupiendo fuego contra sus enemigos. De este Ureo nace la leyenda de la Diosa Lejana (Ver, Sejmet, Tefnut, Bastet, Hathor), recogida en la tumba de Seti I, en la mayoría de los templos Ptolemáicos y en el Leidener Demotischen Papyrus 1 entre otros. En su aspecto funerario, es el juez en el mundo del Más Allá. Identificado con Osiris y con Amón, en el Imperio Nuevo (Ver, Auf-Ra). Será esta deidad la que presida el juicio de los difuntos, quedando explicado del modo siguiente: Ra es el dios en el cielo y Osiris es el dios en el Mundo de los Muertos, dos aspectos de una misma divinidad. EI mito referido a la relación entre Osiris y Ra, es decir a la identificación de Osiris como el sol difunto, se recoge en el capítulo 17 del Libro de los Muertos y en la famosa estela de Abidos del rey Ramsés IV. De este modo, será Ra y no Osiris el que abandone su barca que surca el cielo y bogue en su "Navío de la Noche" por el interior del cuerpo de Nut, atravesándola y fecundándola al caer el día (Ver, Kamutef); él es el que navega por el Mundo Subterráneo atravesando las doce horas de la noche, plagadas de peligros y de genios hostiles. Tenía como enemigo a la serpiente Apofis, que en las tinieblas atacaba a la barca solar para que el dios no pudiera renacer en la mañana, y como aliados a los cinocéfalos que le recibían con cantos al despuntar el día según se narra en el "Viaje Nocturno de Ra". En este mismo texto, se señala que Osiris es la cuarta forma de Ra. Dada su importancia, era poseedor de 14 Kas, elementos dificiles de definir que pueden entenderse como "dobles" o "fuerza vital", todos ellos componían al dios y eran los siguientes: Hu, la alimentación; Shepes, la gloria; Iry, la producción de alimentos; Nejt, la victoria; Udy, la lozanía, la prosperidad; Uas, el honor; Aju, el estrépito; Shemes, la fidelidad; Ayefa, la abundancia; Heka, la magia; Dyehen, el resplandor; User, el vigor; Seped, la habilidad; Pesedy, la luminosidad. A estas 14 hipóstasis, se asociaban cuatro dioses abstractos: Maa, la visión; Sedyem, el oído; Sia, el entendimiento y Hu, la palabra. En otros textos es el dios Sobek el que aparece como Ka de Ra. Ra protagoniza una curiosa leyenda, recogida en el llamado Papiro Mágico de Turín donde la diosa Isis, amparada por su magia logra enfermar al dios para, por medio de promesas de curación, robarle su nombre secreto y obtener el poder y la fuerza del dios solar. Bajo el aspecto de toro Mer-ur (su heraldo), representa la fecundidad del suelo y el poder germinativo. En su aspecto de carnero, es preciso recordar que dicho mamífero representó en Egipto un concepto de fertilidad con un marcado carácter sexual. Estos carneros fueron siempre dioses creadores. Está relacionado con otros aspectos del Sol: Atum (al anochecer), Jepri (cuando nace), Atón (el disco físico), Horajti, Horus el Viejo, Jentiirty, Jentienirty, etc.. Aunque tradicionalmente Ra crea sin necesidad de contrapartida femenina, en períodos más tardíos, los teólogos sienten la necesidad de presentarle junto a un concepto femenino que explique más claramente la creación. De este modo aparecen como esposas: Hathor, Raet, Iusas o Uret-Hekau (la Grande en Magia). En Buto, Ra es el padre de Nefertum, teniendo como compañera a Uadyet. Entre los dioses que ayudan al Sol para que salga victorioso se encuentran: Bastet, Sejmet, Maat, Horus, Montu, Onuris, etc.. Ra es Auf-Ra en el mundo subterráneo, fundido con Amón. Su iconografía es la de un hombre con cabeza de halcón o de carnero. Sobre ésta lleva un disco solar y Ureo; en una mano el cetro real y en la otra el ankh, o cruz ansata. Cuando figura con cabeza de carnero tiene dos cuernos horizontales retorcidos. Bajo el aspecto animal se presenta como un halcón, carnero, pájaro Benu (garza real cenicienta). Puede tener forma de gato, de león o de toro Merur (Mnevis), considerado como el Ba y el alma de Ra. Igualmente es un icneumón o una mangosta. Ver, Jentiirty y Jentienirty. Fue venerado principalmente en Heliópolis.