Rabirio Póstumo
Gayo (Caius Rabirius Postumus) (siglo I a.C.). Banquero romano perteneciente al orden ecuestre, sobrino de Rabirio Gayo e hijo natural del banquero C. Curcio; su tío lo adoptó en su testamento. Rabirio invirtió dinero por todo el imperio, pero tuvo problemas para cobrarse una enorme deuda de Ptolomeo XIII Neo-Dioniso Auletes, a quien había prestado el dinero necesario para el soborno que le permitiera recuperar el trono. Rabirio fue a vivir a Alejandría, nombrándole el rey su ministro de finanzas (dioiketes). Rabirio requisó los ingresos y los suministros del rey hasta que fue encarcelado y tuvo que huir de Egipto. Fue procesado en el 54 por haber recibido parte del soborno aceptado por Gabinio de parte de Ptolomeo, y consiguió la absolución gracias a un discurso, conservado, de Cicerón, que apeló a los sentimientos de los miembros ecuestres del jurado y declaró que su cliente había perdido toda su fortuna. Rabirio se recuperó con la ayuda de César, se convirtió en un senador cesariano, y en el 47 fue procónsul de Siria. Durante las guerras civiles luchó en África (46) en el bando de César. Rabirio aspiraba a ser cónsul en el 45, y tras la muerte de César trabajó para reunir fondos para Octavio.