Abiathar
o Abiatar "padre de abundancia". Sumo sacerdote, nieto de Helí e hijo de Aquimelech, que fue también sumo sacerdote, condenado a muerte por Saúl por haber acogido en su casa a David. Destinado a morir como toda la población de Nob, pudo escapar de la pena y se unió a David en las montañas de Joab, en Masfa. Partidario de David durante el tiempo de la cruel persecución de parte de Saúl, en los tiempos del esplendor de la monarquía del Profeta-Rey y en las amargas pruebas a que Absalón somete a su padre con la guerra promovida con el fin de destronarle. En el primer período acompaña a su jefe en el paso del Jordán y en la temeraria epopeya de libertar a Ceila, ciudad sitiada por los filisteos, con grave exposición de ser sorprendido por las huestes de Saúl; de aquí le sigue hasta la montaña de Zif, la moderna Tell-Zif: en todo ello Abiathar sirve de inspirador de las determinaciones de David. Lleva consigo el efod de sumo sacerdote, que se viste para recibir órdenes de Jehová, y conforme a ellas se guía David. Con Sadoc y otros levitas lleva el depósito sagrado: Sadoc ejercía también el supremo sacerdocio, lo que no es fácil ver quizá en ninguna época más de la historia de los israelitas. Después de estos servicios.y los no menos valiosos de la retirada de su angustiado rey al monte de los Olivos y en toda la campaña del levantamiento de Absalón, Abiathar claudicó en su fidelidad a David. Adonías, hijo de éste, quiere arrebatarle la corona y encuentra un defensor en Abiathar. Esta conducta tiene explicación en la envidia que la promoción de Sadoc a la coparticipación del sumo sacerdocio infundiría en su ánimo. El rey murió sin ver la reconciliación del infiel, y Salomón, que impone pena capital a Adonías, se detiene ante Abiathar, al recuerdo del cariño y honda adhesión de que antaño dió éste prueba hacia su padre, lo que le vale el perdón; mas no sin exonerarle del carácter de sumo sacerdote, cuya investidura pasó desde entonces de la familia de Ithamar a la de Eleazar. El resto de su vida lo pasó al noreste de Jerusalén, en Anathoth. El relato está contenido en diversos capítulos del Libro de los Reyes y del de los Paralipómenos. En el primer libro citado supone ser Abiathar, padre de Aguimelech, también sacerdote, en lo que se descubre una confusión de nombres por introducción de un nombre extraño. San Marcos llama a Abiathar con su nombre o con el de Abimelech.