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Palabra   |   Descripción

Abías

Hijo de Bechor y nieto de Benjamín.

Abías

o Abiam o Abiyyah o Abiya o Abiah (siglo X a.C.). Segundo rey de Judá (913-911). Hijo y sucesor de Roboam y de Mikayah (o Maakah). Reinó por espacio de tres años dedicados a la molicie y sensualidad, permitiendo a la vez que sus súbditos practicaran la idolatría. El encono con que las diez tribus de Israel y las de Judá se miraban, produjo una guerra entre Abías y Jeroboam I, rey de Israel. Logró extender su reino al arrebatar a Jeroboam, los enclaves de Bet-El, Yesaná y Efrón, con sus villas anejas. Hizo un pacto con Tabrimmón de Damasco, entablando así relaciones pacíficas con los arameos. Tuvo 14 mujeres, 22 hijos y 16 hijas. Fue sucedido en el trono por su hijo Asá. Ver, Cronología de Judá.

Abías

(siglo X a.C.). Hijo del rey de Israel, Jeroboam I, fue visiblemente castigado por Dios con una grave enfermedad, quizá en pena de la idolatría que su padre había establecido. En vano se le aplicaron todos los remedios posibles; se acordó de que en Silo conoció a un profeta cuando, en la corte de Salomón, ejercía el cargo de cobrador de tributos: el profeta era Abías. Hizo que su esposa se disfrazase, y simulando una pobre, se presentó al profeta, al que hizo ofrenda de lo que los pobres daban en tales casos: diez panes, un vaso de miel y una torta, que Abías aceptó y profetizó de parte de Dios que el castigo de Jeroboam surtiría efecto, que la familia desaparecería ignominiosamente y que a partir de aquel día el rey moriría. Abías murió en la ciudad de Thersa. El pueblo lo lloró por su buen carácter.

Abías

Mujer de Hesrón, nieto de Judá.

Abías

Sacerdote de entre los que en unión del profeta Nehemías firmaron la renovación de la Alianza.

Abías

Rey de los partos, hizo guerra a Izates, rey de los abdiabenienses, porque había abrazado la religión judaica, según algunos autores cristianos. El ejército de Abías fue destrozado por el de Izates, y Abías se dió muerte por no caer en manos del vencedor.

Abiasaph

"padre de la colectividad". Levita, hijo de Coré. En algunos pasajes se le llama también Ebiasaph, y en los Setenta 'Abisaf. Sobre su genealogía no concuerdan los textos, probablemente por algun error de transcripción; mientras el libro I de los Paralipómenos menciona a Asir y Elcana como sus ascendientes, del Éxodo se deduce que fueron sus hermanos.

Abiasar

Uno de los reyes más poderosos de la India, avasallado por Alejandro Magno.

Abiatar

Abiathar ("padre de abundancia". Sumo sacerdote, nieto de Helí e hijo de Aquimelech).

Abiathar

o Abiatar "padre de abundancia". Sumo sacerdote, nieto de Helí e hijo de Aquimelech, que fue también sumo sacerdote, condenado a muerte por Saúl por haber acogido en su casa a David. Destinado a morir como toda la población de Nob, pudo escapar de la pena y se unió a David en las montañas de Joab, en Masfa. Partidario de David durante el tiempo de la cruel persecución de parte de Saúl, en los tiempos del esplendor de la monarquía del Profeta-Rey y en las amargas pruebas a que Absalón somete a su padre con la guerra promovida con el fin de destronarle. En el primer período acompaña a su jefe en el paso del Jordán y en la temeraria epopeya de libertar a Ceila, ciudad sitiada por los filisteos, con grave exposición de ser sorprendido por las huestes de Saúl; de aquí le sigue hasta la montaña de Zif, la moderna Tell-Zif: en todo ello Abiathar sirve de inspirador de las determinaciones de David. Lleva consigo el efod de sumo sacerdote, que se viste para recibir órdenes de Jehová, y conforme a ellas se guía David. Con Sadoc y otros levitas lleva el depósito sagrado: Sadoc ejercía también el supremo sacerdocio, lo que no es fácil ver quizá en ninguna época más de la historia de los israelitas. Después de estos servicios.y los no menos valiosos de la retirada de su angustiado rey al monte de los Olivos y en toda la campaña del levantamiento de Absalón, Abiathar claudicó en su fidelidad a David. Adonías, hijo de éste, quiere arrebatarle la corona y encuentra un defensor en Abiathar. Esta conducta tiene explicación en la envidia que la promoción de Sadoc a la coparticipación del sumo sacerdocio infundiría en su ánimo. El rey murió sin ver la reconciliación del infiel, y Salomón, que impone pena capital a Adonías, se detiene ante Abiathar, al recuerdo del cariño y honda adhesión de que antaño dió éste prueba hacia su padre, lo que le vale el perdón; mas no sin exonerarle del carácter de sumo sacerdote, cuya investidura pasó desde entonces de la familia de Ithamar a la de Eleazar. El resto de su vida lo pasó al noreste de Jerusalén, en Anathoth. El relato está contenido en diversos capítulos del Libro de los Reyes y del de los Paralipómenos. En el primer libro citado supone ser Abiathar, padre de Aguimelech, también sacerdote, en lo que se descubre una confusión de nombres por introducción de un nombre extraño. San Marcos llama a Abiathar con su nombre o con el de Abimelech.

Abib

Nombre del primer mes del año sagrado de los judíos, llamado de las "nuevas espigas" o de los "nuevos frutos", el único del cual se hace mención en los libros de Moisés. Empezaba en la primera Neomenia del mes de Marzo, y es el mismo que después recibió el nombre de Nisán (Esdrás, II, 1). En recuerdo de haberse librado los hebreos de la servidumbre de Egipto, este mes fue el primero del año: la Pascua se celebraba el 15 del Abib. En el calendario moderno, el primer mes se llama tisoi, nombre que llevaba antiguamente el séptimo.

Abibaal

Abi-Baal ((ss. XI-X a.C.). Rey de Tiro, padre del famoso Hiram I. La única información que se conoce sobre él deriva de dos pasajes de Flavio Josefo. Todo lo que se ….).

Abibalos

Abi-Baal ((ss. XI-X a.C.). Rey de Tiro, padre del famoso Hiram I. La única información que se conoce sobre él deriva de dos pasajes de Flavio Josefo. Todo lo que se ….).

Abibas

Segundo hijo de Gamaliel, que abrazó el cristianismo y murió antes que su padre. A su muerte fue enterrado en el sepulcro de san Esteban, en el año 249 de la era cristiana.

Abicinio

Avennio Cavarum (ciudad de la Galia Narbonense, en el cruce de los ríos Druentia y el Rhodanos).

Abida

Ciudad de Celesiria, cerca de Antioquía del Orontes. Hoy, El Becaa o Beqaa, Líbano.

Abideno

Natural de Abidos. En particular se aplicó a Leandro (Ver).

Abideno

(ss. II-III). Célebre historiador griego, a quien se le atribuyen las obras Asyriaca y Chaldaica, de las que sólo se conservan algunos fragmentos en Eusebio y san Cirilo, que se distinguen por su importancia cronológica.

Abidis

Abido (mítico rey de Tartessos. Hijo de Gárgoris y de una de sus hijas).

Abido

(siglo IV). Mártir de la fe cristiana a fines del siglo, bajo el reinado de Honorio. Su memoria se celebra el 15 de noviembre.

Abido

Abidos (ciudad de Misia en el Helesponto, en el lugar de la punta Negara).

Abido

o Habidis o Habido o Habis o Abidis. Mítico rey de Tartessos. Hijo de Gárgoris y de una de sus hijas. Por ser fruto de una relación incestuosa, al nacer es abandonado en un cerro cercano a un cubil de fieras, las cuales le amamantaron y protegieron. Al saber que no había muerto, Gárgoris mandó que le sacaran de la cueva para matarlo de otra forma. Se intentó que muriera aplastado en una estampida de vacas, devorado por perros y cerdos hambrientos, o lanzado al mar, que lo devuelve a tierra. Fue criado por una cierva. Al crecer se convirtió en un hábil bandolero. Fue apresado por campesinos y, al ser conducido al rey, éste lo reconoció como su nieto, perdonándolo y nombrándolo heredero. Se le atribuye el invento de la agricultura con arado y las leyes de Tartessos. También se le atribuye la división de la sociedad en siete clases prohibiendo las labores serviles. La leyenda fue recogida por el historiador romano Trogo Pompeyo.

Abidón

Amidón (ciudad nombrada en el Catálogo de los troyanos de la Ilíada de Homero).

Abidos

o Abido o Abydos o Abydum. Ciudad de Misia en el Helesponto, en el lugar de la punta Negara, en la parte asiática, al otro lado de la antigua ciudad de Sestos, en la orilla oriental del estrecho de los Dardanelos. La menciona Homero en el Catálogo de los troyanos de la Ilíada. Fue probablemente una ciudad de población tracia que se convirtió en colonia de Mileto hacia el 700 a.C., en época de Giges de Lidia. Darío I la incendió (512) durante su expedición a Tracia, para que no fuera ocupada por los escitas, pero después se recuperó y fue reconstruida. En el 499 se unió a la revuelta jónica, pero fue ocupada por el general persa Daurisas en el 498 Jerjes II de Persia en el 480 construyó allí un puente de barcas, cerca de Sestos, entre esta ciudad y Madito, para que sus tropas pudieran pasar hasta el otro lado del estrecho. Aliada de Atenas, después del desastre de la expedición a Sicilia, se rebeló en el 411 y se declaró a favor de Esparta sometiéndose al general espartano Dercílidas. Después, con el resto de las ciudades griegas de Asia Menor, se pasó a Persia en el 386. En el 334 se sometió a Alejandro Magno y permaneció como ciudad aliada de Macedonia; pasó a manos de Antígono I Monoftalmos quien en el 305 se proclamó rey de Sardes, y después de ser derrotado y muerto en lssos en el 301, pasó a manos de Lisímaco de Tracia, hasta que éste fue derrotado en el 281 por Seleuco I Nicátor que se apoderó de sus posesiones asiáticas y pasó a Europa donde fue asesinado, pero los seléucidas conservaron la costa asiática incluida Abidos. En el 200 fue atacada por Filipo V de Macedonia, y se defendió enconadamente, pero se hubo de rendir. Después de la primera guerra entre Macedonia y Roma en el 196 a.C., Roma la declaró ciudad libre junto con otras ciudades asiática y desde entonces estuvo bajo influencia romana. La ciudad tenía en su territorio algunas minas de oro que estaban agotadas en época romana. La ciudad existió hasta después de la caída de Constantinopla en el siglo XV, pero casi desapareció bajo los otomanos. Notables ruinas. Habitantes, abidenos. Hoy, un lugar llamado Aidos o Avido sería la antigua Abidos, Turquía. )o( MITOLOGÍA.- Abidos y Sesto son el escenario de la leyenda de Hero y Leandro, tal como la explican el poeta romano Ovidio y Museo, el poeta bizantino del siglo V. Leandro vivía en Abidos y Hero en Sesto. Se conocieron en un festival de Afrodita y se enamoraron. Para visitarla, Leandro cruzaba el estrecho cada noche nadando, y Hero le ponía luz en una torre para guiarlo, pero una noche el fuego de la torre se apagó por una tormenta y Leandro pereció ahogado; cuando su cuerpo fue descubierto al día siguiente, Hero se tiró al mar para unirse en la muerte con su amado.

Abidos

o Memmonium (egipcio antiguo, Abdyu, Abdu, This o Thinis; árabe Araba el-Madfuna). La ciudad santa del dios Osiris, en el nomo tinita. En su origen fue necrópolis de Thinis, la capital de Egipto en época tinita. A unos 10 Km al oeste de la actual Al-Balyana y a 170 Km al norte de Karnak-Luxor. Ciudad del Alto Egipto entre Asiut y Tebas. Metrópoli del VIII nomo. El dios originario de Abidos, era el dios chacal Jentamentiu o Khentamenti ("El primero de los Occidentales"). Era una divinidad funeraria y por tanto el dios principal de la necrópolis. Pero ya en tiempos predinásticos se le yuxtapuso Osiris: en efecto, cuando Set desmembró el cadaver de Osiris en catorce fragmentos, a Abidos fue a parar la cabeza. De este modo, la ciudad poseía la más importante de las tumbas de Osiris, y sabemos que más adelante se celebrarían en ella los misterios de Osiris, que culminarían con su resurrección. Tuvo ya gran importancia en época tinita al albergar las tumbas o cenotafios de diversos reyes de las Dinastías I y II. Tanto la ciudad como el templo de Jentamentiu, son bien conocidos arqueológicamente durante el Imperio Antiguo. Osiris parece haberse mantenido en un discreto segundo plano en Abidos, durante la mayor parte del Imperio Antiguo. Pero hacia finales del mismo, las transformaciones religiosas que devolvieron todo su protagonismo a las viejas divinidades locales predinásticas, potenciaron el papel de Osiris, que de forma irreversible acabó convirtiéndose en el señor de Abidos, absorbiendo a Jentamentiu. Cobró de nuevo relevancia singular a partir del Imperio Medio, cuando Osiris se convirtió en el indiscutible señor del lugar y la ciudad en una especie de santuario nacional, centro de peregrinación en el que se han encontrado numerosísimos ex-votos depositados por personas de toda condicion social. A aquel dedicaron Sethos I y Ramsés II sus grandes templos. El lugar siguió siendo centro del culto de Osiris y ofreció estelas votivas y artículos religiosos de un lapso de más de 3000 años. Los recintos rodeados de muros como Shunet es-Sebib debieron servir para ceremonias funerarias de la época arcaica. El amplio terreno sirvió desde época prehistórica para el culto de los muertos y fue lugar de enterramiento real de la Dinastía I (Umm el-Qa'ab, "Madre de los jarros"). Al menos hasta la Dinastía I, solo la necrópolis de Abidos puede recibir el calificativo de "real". Han sido identificadas las tumbas del sur de todos los reyes de la Dinastía I, de la reina Merneit, madre de Den, también de esta Dinastía, así como las imponentes mastabas de Peribsen y Jasejemuy, los dos últimos soberanos de la Dinastía II de los que, por cierto, no se conoce una tumba menfita. Pero la primitiva necrópolis real de Abidos, contiene también otras tumbas pertenecientes a altos personajes protodinásticos del Alto Egipto. Entre los monumentos de este importante centro religioso hay que destacar: el templo de Osiris, durante el Imperio Antiguo de Jentamentiu, que presenta trazas de trabajos constructivos que van de comienzos del Imperio Medio a finales de época romana; diversos templos votivos o cenotafios de reyes y particulares de los Imperios Medio y Nuevo; el templo cenotafio de Amosis, y los templos votivos o cenotafios de los primeros reyes de la Dinastía XIX, entre los que destaca sobre todo el excepcional templo de Setos I, con dos patios porticados, dos salas hipóstilas y siete capillas. Este templo es el que contiene en sus muros la célebre lista real de Abidos, donde están grabados los nombres de dos series de faraones descubiertas en 1817. En Abidos tenía lugar anualmente la representación de los misterios de Osiris, durante los cuales se producía la resurrección del dios y con él la de la vegetacion que garantizaba la perpetuación del ciclo de la vida y de la muerte. Hoy, Arabet Abydos. Ver, Osiréion.

Abienos

Abienses (pueblo nómada de Escitia, vecinos a los misios de Tracia).

Abienses

o Abienos. Pueblo nómada de Escitia, vecinos a los misios de Tracia. Habitaba a orillas de Yaxartes, al noreste de la Sogdiana, en una especie de paraíso terrestre, según dice Esquilo, análogo al país fabuloso de Hiperbóreo. Envió embajadores a Alejandro cuando llegó a su país. Estrabón y Pausanias lo mencionan también en sus obras.

Abies

Entre los romanos, el pino blanco.

Abieshu

Abi-Eshukh ((ss. XVIII-XVII a.C.). Rey (1.711-1.684) de Babilonia, de la Dinastía I Amorita. Hijo de Samsu-Iluna, a quien ….).

Abigail

(hebreo, "su padre (es) la alegría"). La hermosa y discreta mujer del insolente Nabal, cuyas ricas posesiones se extendían por el Carmelo. Según el relato de la Biblia, Nabal era loco, brutal y avaro. Su desconsiderado comportamiento con los diez jóvenes enviados por David hizo que éste lanzara sobre él una expedición de castigo. Abigail hizo lo que debía al marchar al encuentro de David para hacerle desistir de sus mortíferas intenciones, pero, a pesar de todo, Dios Iiquidó a Nabal, quedando Abigail en libertad para casarse con David.

Abigeatus

o Abigere. En latín, robo de ganado o bestias de establo.

Abigeos

Abactor (cuatrero romano o ladrón de bestias de establo o de ganado).

Abigere

Abigeatus (en latín, robo de ganado o bestias de establo).

Abígere partum

Locución con la que se designaba en Roma el aborto voluntario.

Abigeri

Abactor (cuatrero romano o ladrón de bestias de establo o de ganado).

Abigesi

Abactor (cuatrero romano o ladrón de bestias de establo o de ganado).

Abigeus

Abactor (cuatrero romano o ladrón de bestias de establo o de ganado).

Abigor

Hechicero o nigromántico que los antiguos consideraban como un genio infernal.

Abila

o Ad Septem Fratres o Septem o Abyla o Abílix. Ciudad y promontorio situado al norte de Marruecos, frente al peñón de Gibraltar, cuyo emplazamiento actual es, según algunos, Jebel Musa, próximo a Ceuta, y según otros, el monte Hacho, en la misma Ceuta. Formaba, con la montaña de Calpe (Gibraltar), las famosas columnas de Hércules. Se le llama también Monte de las Monas, y en árabe, Jebel-el Mina. Se dice que el nombre Abyla fue un nombre púnico "montaña alta" o "montaña de Dios". El asentamiento debajo de Jebel Musa fue posteriormente renombrado por las siete colinas alrededor del lugar, denominadas colectivamente como los "Siete Hermanos" (griego, Heptádelphoi; latín, Septem Fratres). El baluarte romano en el lugar tomó el nombre de "Castellum ad Septem Fratres", que se redujo gradualmente a Septem y, ocasionalmente, Septa. Abila fue uno de varios asentamientos en el área, incluidos Tingi (hoy, Tánger), Kart (hoy, San Roque) y Gadir (hoy, Cádiz), que ayudaron a los fenicios y cartagineses a controlar el comercio marítimo entre el Atlántico y el Mediterráneo. Fue una colonia romana en la provincia de Mauritania Tingitana, en el noroeste de África, y un puesto de avanzada bizantino en el Exarcado de África. Después de la caída de Cartago en las Guerras Púnicas, la mayor parte del noroeste de África quedó en manos de los estados clientes romanos de Numidia y Mauritania, pero la cultura púnica continuó prosperando en Septem, cuyos residentes bereberes continuaron hablando su lengua hasta el reinado de Augusto. Sin embargo, Roma comenzó a ejercer un mayor control sobre la región, primero a través de comerciantes y asesores y luego, particularmente después de Thapsus, a través de la incorporación de más y más ciudades y regiones en las provincias administradas directamente. El asentamiento romano en Septem comenzó bajo Augusto. Calígula asesinó al rey de Mauritania, Ptolomeo, en el 40 y se apoderó de su reino. Claudio organizó los nuevos territorios en 42, ubicando a Septem en la provincia de Mauritania Tingitana, administrada desde Tingis, y elevándola al nivel de colonia, lo que otorgó la ciudadanía romana a sus residentes. Romanos ricos de los reinados de Claudio y Nerón están atestiguados en inscripciones funerarias encontradas alrededor de la basílica de Septem. Controlando el acceso comercial y militar al estrecho de Gibraltar, Septem floreció bajo el Imperio. Alrededor del 100, bajo Trajano, se formó un senado local de los nobles locales (ordo decurionum). La ciudad era particularmente conocida por su sal y el pescado salado, que se expandió mucho después de ca.140 con nuevos centros de producción que se abrieron alrededor del foro de la ciudad. La sal, el pescado salado y los productos salados se exportaron principalmente a través del estrecho a Hispania, en tarros fabricados en la ciudad. Las carreteras romanas también lo conectaron por tierra con Tingis y Volubilis, aumentando el comercio interior y la seguridad de las incursiones bereberes. En el siglo II, la romanización estaba casi completa y el latín aparece en la mayoría de las inscripciones que se conservan. Sin embargo, junto a los colonos romanos, seguía habiendo una importante comunidad de bereberes romanizados cuya lengua principal seguía siendo dialectos locales mezclados con púnicos y latinos; eventualmente se convirtió en lengua romance africana. Alrededor del 200, el emperador africano Septimio Severo incluyó a la ciudad como parte de la generosidad con que favorecía a la región. La prosperidad de la misma continuó hasta fines del siglo III, después de lo cual se abandonaron los centros de producción. Septem fue un importante centro cristiano en el siglo IV. Una de las basílicas de este tiempo ha sido recientemente redescubierta. A fines del siglo IV, bajo Teodosio I , la ciudad todavía tenia 10.000 habitantes, casi todos cristianos y latinos. Septem cayó ante los vándalos en 426. En el momento de la reconquista de Belisario del norte de África, los vándalos ya habían perdido Septem por las revueltas locales de los bereberes mauri. Los bizantinos retomaron toda la costa, luego establecieron su "Comandante de Mauritania" (Dux Mauretania) en el Septem más defendible, en lugar de la antigua capital Tingis. Mauritania y las posesiones bizantinas en Andalucía eran nominalmente parte del Exarcado de África, pero tan distantes que es probable que la guarnición de Septem se viera obligada a rendir pleitesía a la España visigoda. Hoy, ciudad autónoma de Ceuta, España. Ver, Columnas de Hércules.

Abila

Rafanea (ciudad de Jordania, unos 25 km al oeste de Emesa).

Abila

o Abula o Abela. Ciudad prehispana habitada por los vettones, que la llamaron Óbila "monte alto", siendo uno de los castros más importantes de esta tribu, junto con Los Castillejos, Cerro El Berrueco, Mesa de Miranda, Las Cogotas, El Raso y Ulaca. Los vettones dejaron vestigios por toda la geografía de la provincia de Ávila, especialmente en forma de verracos. Más tarde la poblaron los romanos, dándole, el nombre de Abila o Abela. Los romanos dejaron también su huella en la ciudad, que consistía por entonces en el actual casco viejo, la parte rodeada por las murallas, puentes, calzadas, mosaicos o la plaza del Mercado Grande, son parte de los restos romanos que pueden contemplarse en la actualidad. El interior de la ciudad aún mantiene el trazado típico de las ciudades romanas tipo hiberna (castros estables), de contorno rectangular, con dos calles principales (cardo y decumano) que se cortan ortogonalmente en el centro donde estaba el foro. Actualmente este trazado aparece sólo parcialmente modificado, reconociéndose fácilmente antiguas entradas romanas en las puertas de San Vicente y Gonzalo Dávila, donde los cubos defensivos originales fueron conglobados en la muralla medieval. También se mantienen las manzanas cuadrilongas recuerdo de las, insulae romanas. El Cardo maximo corresponde a la actual Calle de Vallespín, mientras que el Decumano máximo lo constituirían la Calle de los Caballeros y la Calle de Bracamonte. Todas ellas confluyen en el Mercado Chico, que fue el antiguo foro. La necrópolis romana estaba al este, más allá de la Calle de San Segundo, de modo que en toda esa parte de la muralla se pueden observar piezas funerarias reaprovechadas como materiales de construcción: estelas, aras, cipos, verraquitos y cápsulas cinerarias de granito, incrustados en los lienzos del muro oriental. Aparte de estas muestras arquitectónicas, existen numerosos restos cerámicos, monedas y otros objetos arqueológicos representativos de la vida cotidiana en la antigüedad. Hoy, su correspondencia con la actual Ávila es tan tradicional como debatida, provincia de Ávila, comunidad autónoma de Castilla y León, España. Ver, Vettones.

Abila

Abila de Lisanias (ciudad llamada por Ptolomeo, Abila Lysaniou o Abila Lysaniae o Abila. Capital de la antigua Abilene, Celesiria).

Abila de Lisanias

Ciudad llamada por Ptolomeo, Abila Lysaniou o Abila Lysaniae o Abila. Capital de la antigua Abilene, Celesiria. Capital de la tetrarquía de Lisanias (36 a.C.). También la menciona Josefo, con el nombre de territorio de Abilenos, constituyendo la citada tetrarquía, y san Lucas en su evangelio III, I. La ciudad estaba emplazada en la vertiente oriental del Anti-Líbano y cogía la vía que une a Damasco al sureste, de la que dista seis horas con el Mediterráneo y hoy con Baalbek al norte. Todavía se conservan los restos de la vía que, probablemente bajo Marco Aurelio y Lucio Vero, construyeron los romanos sobre la roca viva, así como un acueducto, ruinas de templos e inscripciones. Hoy, Suk Wadi Barada, a unos 20 km al noroeste de Damasco, Siria.

Abila Lysaniae

Abila de Lisanias (ciudad llamada por Ptolomeo, Abila Lysaniou o Abila Lysaniae o Abila. Capital de la antigua Abilene, Celesiria).

Abila Lysaniou

Abila de Lisanias (ciudad llamada por Ptolomeo, Abila Lysaniou o Abila Lysaniae o Abila. Capital de la antigua Abilene, Celesiria).

Abilio

(Abilius). Hijo, según algunos, de Rómulo y Hersilia. Su padre le llamó Aolio. Plutarco dice que el motivo fue por el gran número de habitantes que había reunido en la ciudad, derivado de aollés, apretado, ajustado.

Abilio

(san). Segundo obispo de Alejandría, sucesor de san Marcos. Su fiesta se celebra el 22 de febrero.

Abílix

Abila (ciudad y promontorio situado al norte de Marruecos, frente al peñón de Gibraltar, cuyo emplazamiento actual es, según algunos, Jebel Musa, próximo a ….).

Abilunum

Ciudad al suroeste del país de los cuados, en el sureste de Germania.

Abimelech

o Abimélech o Abimelek (siglo XIII a.C.). La Biblia cita varios personajes de este nombre, que significa "padre del rey", y parece que fue común a todos los reyes filisteos de Gerar, país de que se habla en el Génesis, y de un uso general en la antigüedad entre los reyes de Oriente. El primer Abimelech de que habla la Escritura era contemporáneo de Abraham y de Sara, el segundo de Isaac y Rebeca. La Biblia les atribuye a los dos una aventura casi semejante: el primer Abimelech (Ver registro siguiente), según un relato bíblico, tomado sin duda de alguna tradición antigua, robó a Sara, esposa de Abraham, que a pesar de sus ochenta años era todavía muy hermosa. Abraham la presentó como su hermana, porque había nacido del mismo padre aunque de otra madre. Así Abimelech alegó por excusa su ignorancia, cuando Dios, que se apareció en sueños, le amenazó con la muerte por el rapto de Sara. Abimelech se la devolvió a su patriarca, su esposo, dando a Sara mil monedas de plata para comprar un velo que ocultara su belleza a la admiración pública. Habiendo invitado a Abraham a establecerse en su Estado, formó con él una alianza cuya duración y efectos debía extenderse a su posteridad. El punto en que se juró esta alianza se llamó en adelante Ber-Sabee (pozo del juramento). Este relato se parece enteramente al de las aventuras del segundo Abimelech con Isaac y Rebeca. El tercero y último Abimelech, de que habla la Biblia, vivía en Palestina en tiempo de los Jueces y murió a finales del siglo XIII a.C.. Era hijo de Gedeón que tuvo con una concubina en Siquem. Convenció a los siquemitas para que le apoyaran en su intento de hacerse con el trono, obteniendo de ellos dinero para contratar "hombres miserables y vagabundos", con cuya ayuda acabó con la vida de todos menos uno (Yotam) de los setenta hijos legítimos de Gedeón. Pasados tres años, los siquemitas, instigados por un espíritu enviado por Dios, se revolvieron contra Abimelech, pero éste consiguió vencerles, destruyó su ciudad y la sembró de sal. A continuación asedió y tomó la vecina ciudad de Tebes. Sin embargo, durante el asedio, una mujer lanzó una muela de molino desde una torre fortificada que seguía resistiendo y alcanzó a Abimelech, rompiéndole el cráneo. Para no tener que sufrir la ignominia de morir a manos de una mujer, Abimelech ordenó a su escudero que le matara, orden que éste obedeció. De este modo, Dios se vengó tanto de Abimelech como de sus antiguos aliados de Siquem. Aunque prematuramente, Abimelech intentó hacer lo que más adelante llevaría a cabo Saúl: crear un reino unitario con las distintas tribus de Israel.

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